viernes, 20 de febrero de 2009

El regreso del campeón de Carlos R. Fernandez

Se llega la navidad, día que todos quisieran
Tener la familia entera en la mesa de la paz
Pero esta ocasión será el motivo de reunión
Una tremenda emoción hoy invade a los García
Esperan para este día el regreso del campeón.

Don Juan asando un lechón y Zulema esta regando
Y cree estar observando que esta mas rojo el malvón
El Catriel con atención estaba mirando inquieto
Al camino largo y recto y con su ladrar diría
A Zulema y Juan García que están llegando sus nietos.

Ahí van dos niños corriendo de la tranquera a la casa
Y hay una abuela machaza que los espera sonriendo
Demetrio va reviviendo paisaje de su pasado
El molino el alambrado y hasta observo en el potrero
Bichoco al petizo overo que a la escuela lo ha llevado.

Y los vecinos llegaron, a saludarlo venían
Tanto que no lo veían, hecho un hombre lo encontraron
Y así después q pasaron Zulema iba secreteando
A su hijo le iba contando:”… ¿Viste Don Pedro el que entró?
Ese fue el que alcahueteo cuando te vio jineteando…”.

Después de haber almorzado Demetrio les confeso
Que Don Lucio lo llamo el de la estancia de al lado
Y que un puesto le ha ofertado , buen sueldo y mercadería
Y parado Omar tenia chucaros que andan clinudos
Diez tordillos colmilludos pa´ machucarles la encía.

Domingo 6 de Febrero, es el día de regresar
Muy seguro que va a estar esperando el pago entero
Y Jacinto el tropillero de su pueblo le ha ofertado
Un malacara mentado con mucha fama de malo
Que muy cerquita del palo lleva 36 bajados.

Y por fin llego aquel día que el pago estaba esperando
Querían verlo jineteando al hijo de los García
Y la angustia y la alegría, se mezclo que cosa rara
Fue por lo que comentara alguien que llego de lejos
“…Demetrio esta medio viejo pa´ montar el malacara…”.

Ya la rueda terminó, al 2 vino el malacara
Y la emoción en la cara del público se noto
Y Demetrio que llego casi cuando el sol caía
Al palenque llegaría, con los estribo´ en la mano
Mientras comento un anciano”…Ese es Demetrio García…”.

Puesto el basto y la encimera el hombre se enhorquetó
Y su padre le ayudo a medir las estriberas
Saben que mucho no espera, pues no le teme al fracaso
Puso de visera el brazo y en el silencio infinito
Se escuchó un “larguen” clarito un enganchón y un lazazo.

Después de muchos intentos, vieron que no lo bajaba
Aunque el pingo se flameaba, como llovizna sin viento
Sin tener más argumentos el reservau se paro
Cuando una ovación se oyó, Jacinto su compañero
Su compinche y tropillero en brazos se lo llevo.

El malacara vencido se fue despacio tranqueando,
Como si fuera arrastrando aquel invicto perdido
Y Demetrio confundido, en brazos de la reunión
Escucho con emoción, al padre que comentaba
Hacia rato que esperaba el regreso del campeón.

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